Terapia a domicilio.

Una de las cosas a las que me dedico es a ayudar a las personas que necesitan apoyo psicológico pero que por algún motivo no pueden o no quieren desplazarse de su domicilio habitual. Se trata de que cualquier persona que necesite ayuda pueda tenerla, independientemente del lugar en el que se reciba esa ayuda. Por tanto me puedo desplazar siempre que sea ese el caso.

La terapia a domicilio tiene como ventaja el poder visualizar el entorno en el que vives, o el ambiente en el que te mueves, para poder ayudarte desde un enfoque más vivencial y más cercano. Esto es algo muy efectivo, sobre todo cuando se trata de problemas familiares o de pareja, ya que nos permite hacer una inmersión en ese ámbito relacional, y nos ayuda a perseguir unos objetivos más concretos y realistas.

Es importante, que si decides recibir ayuda psicológica a domicilio tengas en cuenta una serie de aspectos:

· Disponer de un espacio tranquilo, donde se respete tu intimidad y donde puedas sentirte libre de expresarte sin nadie que pueda juzgarte o que pueda influir en el trabajo que estamos realizando en ese momento. Por esto, aunque sea a domicilio, debemos asegurarnos con anterioridad de que en ese momento podremos disponer de él.

· Estar abierto a un concepto diferente de consulta psicológica, fuera de los cánones establecidos de un despacho psicológico. A domicilio, podemos trabajar en una mesa de salón, en un sofá, en una terraza, en una mesa de cocina, en un despacho, etc.., en definitiva, en cualquier zona en la que te encuentres cómodo y que cumpla los requisitos antes mencionados.

· Tener en cuenta que si cancelamos una visita debe ser al menos con un día de anterioridad para evitar desplazamientos innecesarios. En caso contrario la visita se cobrará.